Lúpulos de León, SAT valoró ayer positivamente el borrador de decreto que establece las ayudas de minimis, «en el que se trabaja desde que el sector se planteó la necesidad de modernizarse», según indicó ayer el asesor legal de la SAT, Carlos González-Antón, que valoró especialmente la certificación del lúpulo, «pues es esencial que se controle su calidad y procedencia al tratarse de un producto alimentario». El auge de las cerveceras artesanas ha supuesto «mucho descontrol» en la certificación. Añadió que la SAT «entiende que debería ser todavía más rigurosa, no solo con los productores que no certifiquen sino con los centros de certificación». Señaló que en algunas comunidades autónomas, «el Estado ha tenido que exigir la implantación de centros de certificación, pues se comercializaba sin certificar. Es un proceso que da garantía de calidad y de seguridad a las cerveceras y a los consumidores finales».
Lúpulos de León no renuncia a un mayor apoyo «del Gobierno y de la Junta de Castilla y León por su carácter estratégico para la industria cervecera y por el importante retorno que tiene para la agricultura, pese a tratarse de un cultivo con una superficie reducida».
La dirección de la SAT buscará «la colaboración entre explotaciones» en la solicitud de ayudas, a fin de que no se pierda el dinero destinado, como ocurrió con el decreto de 2010. González-Antón solicitó que el Real-Decreto se apruebe con la máxima celeridad», ya que ,os lupuleros que invirtieron este año en mejorar sus explotaciones a la espera de que se aprobara este decreto no podrán optar a las ayudas.
Además, los cultivadores solicitan a la Administración que establezca ayudas asociadas al lúpulo en la próxima PAC, al igual que sucede en otros países de la Unión Europa.